No hay lesiones neurológicas aparentes, y el paciente se mantiene estable, sin complicaciones, pero no hay diagnóstico hasta que no se completen 72 horas. Ese es el último parte médico del hospital AEK de Budapest, después de que los anteriores sembraran dudas sobre la salud de Felipe Massa en la noche del sábado. Las traducciones de la terminología médica húngara y las reservas con las que los neurocirujanos abordan este tipo de lesiones hicieron temer incluso por la vida del piloto brasileño.
El pesado muelle que se había soltado del Brawn de Barrichello impactó contra el casco de Massa cuando circulaba a 290 kilómetros por hora. Lo hizo justo por encima de la visera, en la zona de carbono. Un centímetro más abajo, en plena visera y podría haber sido peor. El impacto fracturó el hueso frontal del cráneo en la zona supraocular. Massa perdió el sentido e impactó de forma brutal, de nuevo, contra las protecciones.
Fue trasladado en helicóptero al hospital, donde se le intervino de la fractura y fue sometido a un coma inducido y respiración asistida.